Somos seres sociales, punto…
Con eso podría terminar este post, pero la realidad es que ser social va más allá de estar con otros…
Ser social está en nuestra naturaleza, somos seres humanos y aunque cada uno tiene su propia individualidad, la realidad es que también somos el mix de nuestro entorno, de nuestra familia, de nuestra cultura, de nuestro contexto.
Entonces, definitivamente nuestro entorno y las personas con las que nos rodeamos o con quienes pasamos gran parte de nuestro tiempo tienen un impacto directo en nuestro comportamiento, nuestra mentalidad, nuestras creencias y si, a veces también en nuestros valores y nuestra filosofía, pues eso que vemos ahí con ellos es lo que se nos hace bueno, correcto o normal. Y si, nos vamos adaptando conforme vamos cambiando de entorno, por eso es que a veces te sientes mejor o diferente dependiendo del tipo de personas con quienes pases más tiempo.
Y...
Tal vez, sólo tal vez, todas hemos buscado alguna vez en la vida, sobre todo en nuestro mood de emprendedoras, cómo vivir una vida saludable, una vida equilibrada, en armonía…
Y tal vez, sólo tal vez hemos intentado aplicar varias herramientas, técnicas o actividades, sin éxito y la realidad es que mucho de eso se quedó en el olvido tan pronto nos dimos cuenta que no funcionaba o que simplemente esas cosas no eran para nosotras.
A mí me pasó que sí, las redes sociales me hicieron llenarme de comparativos sobre esas vidas altamente productivas, esas vidas en las que todo se podía hacer en un día, con alta energía, dónde se resolvía todo y había tiempo para la familia, los hijos, la pareja, el ejercicio y demás…
También busqué la fórmula, me estudié todas las técnicas de productividad, leí libros y libros,...
La dopamina es uno de los neurotransmisores encargados de generarnos felicidad...
No me voy a meter en su composición química y esas cosas, que para eso están los expertos, pero sí quiero hablarte del ejercicio, la dopamina y su impacto en tu negocio...
Y seguro estás diciendo ¿pero Mar, cómo un químico de la felicidad va a tener impacto en mi negocio?
Si ya lo sé, lo mismo decía yo, el objetivo era ser una killer de pendientes, un caso de éxito, una pinshi máquina de resultados y punto, al carajo la felicidad...
Y si lo logré, pero a un costo muy alto, donde durante mucho tiempo viví en modo automático, con ciclos de sueño alterados, juntas a casi cualquier hora del día y jornadas de muchas muchas horas al día casi toda la semana...
¿Lo volvería a hacer a cambio de lograr mis metas? Mi respuesta rotunda y definitiva es NO, y es no...
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