La dopamina es uno de los neurotransmisores encargados de generarnos felicidad...
No me voy a meter en su composición química y esas cosas, que para eso están los expertos, pero sí quiero hablarte del ejercicio, la dopamina y su impacto en tu negocio...
Y seguro estás diciendo ¿pero Mar, cómo un químico de la felicidad va a tener impacto en mi negocio?
Si ya lo sé, lo mismo decía yo, el objetivo era ser una killer de pendientes, un caso de éxito, una pinshi máquina de resultados y punto, al carajo la felicidad...
Y si lo logré, pero a un costo muy alto, donde durante mucho tiempo viví en modo automático, con ciclos de sueño alterados, juntas a casi cualquier hora del día y jornadas de muchas muchas horas al día casi toda la semana...
¿Lo volvería a hacer a cambio de lograr mis metas? Mi respuesta rotunda y definitiva es NO, y es no justamente porque conocí realmente lo que es poder comenzar una jornada de trabajo con esa dopamina y otros químicos de la felicidad en mi cuerpo.
He visto a lo largo de mi vida que muchas personas comienzan a hacer ejercicio por el motivo equivocado y al cabo de unos cuantos días o semanas, esa chispa que los llevó a mover el trasero se apaga por completo y refuerzan la creencia de que eso del ejercicio y la vida fitness no es para ellos...
Yo fui esa por mucho tiempo, más de seis años pasaron intentando hacer ejercicio, buscando alguna rutina, probando gimnasios y algunas veces hasta clases y entrenadores, pero nada funcionó y no funcionó por una razón: el motivo equivocado para ir a mover el trasero.
Yo quería solo una cosa, bajar de peso a toda costa y en serio me esforcé, pero al cabo de unas semanas dejé lo que comencé y me volvieron a ganar los pendientes de mi vida y mi negocio, todo era más importante que ese supuesto deseo ferviente de perder unos kilos.
Y no fue hasta hace 8 meses que un domingo en la madrugada, como siempre haciendo cosas a las dos de la mañana, escuché un podcast que una gran amiga me recomendó y esa mujer del podcast dijo algo que me taladró el cerebro "todo empieza con una decisión, pero requería decidir, no solo con la mente sino con el corazón y por la razón correcta”.
Ahí mi perspectiva cambió, y en cuanto amaneció fui por el primer día y me prometí correr durante 30 días para incorporar el hábito pero ahora no para bajar de peso sino para crearme una identidad: la identidad de que yo puedo crear la vida que deseo y estar en armonía en todas las áreas importantes de mi vida.
Comencé corriendo ya ni siquiera por los más de diez kilos de más que tenía sino por el simple hecho de sentirme libre y ganadora, cada día le fui ganando a mi yo anterior y la realidad es que no vi los cambios en los primeros 21 días, sino mucho después.
Pasados los primeros tres meses corriendo me di cuenta que podía dormir mucho mejor, que ya no sobre pensaba tanto y que incluso en los días difíciles podía salir más rápido.
El estrés no se acabó en mi vida, pero si tuve mejor respuesta y por supuesto, me relajé mucho más y comencé a ser más asertiva en mis conversaciones.
Yo solía tomar siestas diciendo que era un lujo que me daba mi negocio digital pero la realidad es que mi cuerpo lo necesitaba por el desequilibro que teníamos.
Luego de esos primeros 90 días no he vuelto a dormir en la tarde por necesidad, sino en serio ahora si por gusto y vaya que han sido solo un par de veces.
¿Pero donde se vio reflejado el impacto en el negocio?
Aquí te dejo solo algunos de los cambios de mayor impacto en mi negocio y por supuesto en mi vida personal:
Ahora, no te voy a invitar a que hagas ejercicio para vender más, para facturar más o para tener un negocio más próspero, pues sería cometer el mismo error del que te hablé al inicio (comenzar el ejercicio por razones equivocadas), pero sí te diré que una vez que comiences a integrar el movimiento a tu vida, algo va a cambiar en ti, y casi es una garantía que será para bien, por lo tanto, habrá un impacto positivo en tu negocio y entonces podrás ver resultados como clientes, facturación, prosperidad y más.
Recuerda que tu negocio no es un ente distinto a ti, es una expansión de tu ser, por lo tanto si te sientes mejor a nivel interno y externo, eso también se verá reflejado en tu proyecto, negocio o empresa. También aplica la Ley de la correspondencia: cómo es adentro, es afuera, por lo tanto, si quieres cambios duraderos en tu negocio, comienza por ti y el movimiento es una gran apuesta, de hecho, de las mejores.
Y para finalizar, no, no tienes que pagar el gimnasio más costoso de tu rumbo, tampoco las clases más complejas, ni siquiera te diré que vayas 3 horas diarias y hagas rutinas matadoras, sólo te invito a que te muevas un poco, lo que eso signifique para ti y hazlo con intención, con claridad de que es para ti, primero y luego para los efectos externos.
Comienza por un par de minutos, por un poco de intensidad, pero lo mejor que puedes hacer es mantenerte constante, un día sí y el otro también, de modo que crees esa nueva identidad que te llevará a no sólo ser disciplinada haciendo ejercicio, sino también prospectando, vendiendo y creando constantemente en tu negocio.
Experimenta un poco y cuéntame cómo te va.
¡Por una vida de la que no queramos huir!
Con Luz y Amor Cósmico,
-Mar Cespedes.-
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