Las 5 lecciones más grandes de mi último Seminario

Hoy iniciamos una nueva etapa, bueno, la realidad es que hace varios meses que iniciamos esta nueva etapa, pero siempre busco salir a la luz cuando me siento lista y segura de compartir.

Una de mis mayores y mejores habilidades es que me he enfocado en compartir siempre todo lo que a mí me ha funcionado, por lo que no me es posible compartir aquello que no ha pasado por mi filtro interno.

Así que luego de pasar por un proceso de aprendizaje de más de 30 días fuera de mi México lindo y querido, quiero contarte mis más grandes aprendizajes e invitarte a que reflexiones al respecto y si así lo eliges, tomes acción para diseñar un hábito, una rutina, un paso, un cambio o irte con todo, y diseñes una vida increíble desde ya.

Al final para que haya cambios requerimos dos cosas:

  • Una decisión en nuestra mente, clara y sin titubeos.
  • Acción un día sí y el otro también, pero un día a la vez.

Así que comencemos con estos 5 grandes Insights que me traje de este seminario de Desarrollo personal de que por supuesto luego me gustará contarte más.

Amor, aceptación y perdón.

Normalmente iba por la vida amando cosas, personas, situaciones, contextos y demás, pero ¿dónde quedaba el amor real por mí?. Aquí comprendí que no puedo amar a nadie ni nada más si no me amo a mí, primero, ni siquiera a mi negocio que es una extensión de mí.

Sobre la aceptación, quiero decirte que no se trata de resignarte y dejar todo a la deriva, se trata de aceptar lo que ahora mismo es y hacer lo que sabes que hay que hacerse para que todo lo que quieres cambie. Ojo, sólo cambiará aquello sobre lo que tus acciones tengan un efecto. No se tarta de aceptar personas y tomar acciones para hacerles cambiar. Se trata de aceptarte, de aceptar tu cuerpo, tus habilidades, tus talentos, tus defectos, tus problemas, tus limitantes, tus días buenos y a partir de ahí tomar acciones para que vayan hacia el rumbo que tú quieres llevarlos.

A mí, cómo a muchas mujeres, me costó aceptar mi cuerpo, mis debilidades, mis malos hábitos y hasta algunas habilidades que a ojos de otros, eran excesivas, sin embargo, en este proceso comprendí que ese estado actual es lo que es, pero no es el futuro, así que me he enfocado en cambiar lo que no me gusta, en aceptar lo que es y el amar profundamente cada parte de mí y mi entorno.

Y el perdón, sí, perdonarme fue importante, porque claro que me equivoqué, la cagué, cometí errores, hice cosas mal y demás, así que eventualmente venía la culpa y entraba en un ciclo vicioso de culpa y desprecio por mis resultados, pero aprendí a perdonarme, a comprender que es parte de mi naturaleza como ser humano y que incluso son “”fracasos” o “equivocaciones” son lecciones que me permiten volver al camino de mejor forma.

Me honro y me reconozco.

Condicionamiento social, sí, nos han enseñado a agradar a otros, a quedar bien con papá, con mamá, con los amigos, la familia y demás, entonces sí, trabajé durísimo para ganar reconocimiento de mi círculo cercano y a veces no tan cercano, ¡pero qué cansado fue! De las misiones estúpidas más cansadas que me he puesto. Y no fue hasta que me harté que pude comprender que soy suficiente por quién soy y no por lo que hago, ya he hablado mucho de que no somos nuestros resultados, y eso lo tocaré a fondo en otro momento, pero ahora sólo quiero que sepas que no, no es necesario que busques la aprobación de nada ni nadie allá afuera, sólo hónrate, respétate por quién eres y no sólo por lo que eres capaz de hacer y sobre todo, reconoce tus logros, no hay logro pequeño, sólo logros, y eso es suficiente.

Si hiciste una venta, si te levantaste 5 minutos antes, si corriste un kilómetro, ¡celébrate!, nuestro cerebro no reconoce la magnitud del logro, sólo la sensación, de este modo estarás cultivando tu reconocimiento y el respeto por ti, dejarás de buscar aprobación y motivación externa y tendrás una fuente infinita de aplausos contigo.

Si se pueden dar saltos cuánticos con sólo una decisión.

A lo largo de toda mi carrera como emprendedora había escuchado de los famosos saltos cuánticos, de esos avances impresionantes que se pueden hacer en los negocios casi de que un día para otro, pero yo personalmente nunca había experimentado tal cosa,  también,  un poco por mi personalidad y otro tanto por mis creencias limitantes, siempre había creído que era una emprendedora conservadora, de las que va paso a paso pero seguro, y así jugué varios años, hasta a inicios de este año que decidí subirle el volumen a mis acciones y elegí ponerme retos realmente imponentes para mi condición y mi mentalidad del momento.

Así fue como pasé de correr como máximo 10 kilómetro a doblar mis carreras y hacer un medio maratón, sólo lo decidí y elegí tomar las acciones para lograrlo, hoy, un mes después me estoy preparando para mi próximo medio maratón oficial y ya están en mis planes mis próximos viajes para hacer maratones de reconocimiento internacional.

¿Alguna vez me lo imaginé? Sí, pero lo vi muy lejano, hoy te puedo asegurar que si tú estás trabajando por algo en tu vida o tu negocio y quieres en serio lograrlo, decide dar paso grandes con la confianza y la convicción de que lo vas a lograr.

En el kilómetro 17 mi cuerpo ya no respondía, literalmente seguí sólo con las porras en mi mente y determinada a que iba a correr los 4 kilómetros que faltaban, porque yo era más grande incluso que esa sensación de que las piernas se me iban a despegar del cuerpo.

Sobre el propósito.

Comencé en el desarrollo personal por ahí del 2016, cuando una persona muy especial en mi vida me habló de estos temas raros que nunca había escuchado, en 2017 tomé mi primer entrenamiento de desarrollo personal y de ahí no hemos parado. Parte de hacer ese trabajo ha sido encontrar mi propósito, porque sí, esa pregunta me la hice desde que era una niña, sentía que esta vida no era real y que había algo más importante para lo cuál había nacido.

A pesar de que estudié una carrera y una maestría, tenía muy claro que eso no era mi propósito, sino un vehículo para llegar a lugares que incluso no había imaginado. Y me obsesioné por encontrar ese famoso propósito, leí todo lo habido y por haber, hice todos los tests que pude y hasta leí en inglés, cosa que no hacía por nada del mundo, sólo para encontrar mi propósito, y no, no lo encontré.

No fue sino hasta hace un par de años que conocí Diseño Humano, esta herramienta de autoconocimiento y la ciencia de la diferenciación, que me dio mucha luz sobre para que estaba yo aquí y sí, todo lo descrito en mi cuadro me hizo sentido.

Así que me sentía más tranquila, pero ahora en este seminario, con esta claridad y con la apertura de ver qué más había para mí, pude conectar con mi corazón, en serio conectar y escucharlo, para concluir que además de servir, de proveer soluciones y de identificar con claridad las necesidades de los demás, estoy acá para vivir con gozo y ligereza, con libertad…

¡Entendí muchas cosas!

Entendí porque a pesar de mi energía, de mi enfoque, de ser tan productiva, me gusta trabajar poco y tener gran parte de mi día para hacer lo que realmente me plazca, porque sí, vine acá a ser libre. Sé que igual te suena cliché o romántico, pero te invito a que cuestiones un poco tus actividades y veas que tan conectada estás realmente con lo que en el fondo de tu ser, de tu alma, de ti, quieres hacer… Puede que ahí esté tu propósito, queriendo salir, sólo escúchalo y súbele el volumen.

El siguiente paso.

Lo que más me gusta de los eventos de emprendedores, eventos de marketing, eventos en general es la energía colectiva que ahí se genera y la motivación con la que sales, en serio sientes que eres capaz de comerte al mundo, si has asistido a estos lugares, sabrás a que me refiero.

Pero lo malo viene cuando los días pasan, esa motivación se esfuma y se convierte en frustración porque ya no sabes qué hacer o hacia dónde ir. A mí me pasó mucho al inicio de mi carrera como emprendedora, pero poco a poco fui entendiendo el juego y si bien no aplicaba todo lo que había aprendido, comencé a implementar de a poco lo que allá había aprendido y así esa energía se conservaba por más tiempo.

Ahora, al terminar este seminario comprendí que se trata de la maestría, de convertirme en maestra de los pequeños hábitos, de las pequeñas acciones y de ir un poco más arriba todos los días, de aplicar la famosa mejora del 1% diario, que aunque ya lo sabía, no me había hecho sentido como ahora.

La magia para conservar una energía está en seguir haciendo, poco, pero seguir. No se trata de esperar cambios inmediatos, sino de ser constante y excelente, de estirarte un poco más, de correr la milla extra, de hacer una llamada más, de lanzar una publicación más, de generar una idea más y ahí es dónde te convertirás en maestra.

Es lo que hemos estado haciendo a lo largo de casi 60 días que comenzó este seminario y en más de 7 meses que decidí que no quería seguir siendo “la que nunca iba a poder tener la disciplina por el ejercicio”.

 

¿Y tú de qué te vas a convertir en maestra?

 

Espero que estás lecciones que a mí me costaron tiempo, energía y dinero, te aporten, te contribuyen o te faciliten el camino. No te preocupes si en este momento no le hayas sentido a lo que digo, sólo tenlo como referencia, puede que en el futuro te haga clic.

Finalmente, si esta entrada te aportó algo o quieres que más personas conecten con esta experiencia, compártela.

Pronto tendremos más experiencias, conocimientos, herramientas, lecciones, aprendizajes y experimentos en este espacio, así que me dará mucho gusto que nos puedas leer.

 

Con Luz y Amor Cósmico,

-Maribel Cespedes.-

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